¿Pero qué es esto? ¡Pero si mi voz es más sexy! ¿Qué está pasando? ¿Ese quién es? ¿Así es mi voz? Pero… yo la escucho diferente. Ay, dios. No hablo nunca más. ¿Identificado? Si es así seguramente habrás pasado unos momentos de zozobra bastante intensos cuando escuchaste tu voz grabada por primera vez. Y luego te habrá pasado de nuevo una y cien veces, a menos que seas un prodigioso cantante o uno de esos dos o tres a quienes les gusta su voz. Así que si quieres hacer que tu voz suene mejor, lo que deberás hacer será trabajarla mucho con foniatras, locutores y maestros de canto, pero aun con la voz de Wendy Houston o Andrea Boccelli, en una grabadora sonará diferente a como la escuchas tú. Pero, ¿por qué?
La pregunta sobre por qué nuestra voz se oye diferente en una grabación es vieja y ha sido mil veces respondida, al igual que la trillada cuestión sobre el huevo o la gallina. De todas formas, la pregunta se sigue haciendo y la respuesta sigue siendo la misma: Cuando escuchas tu voz grabada, se escucha más aguda, como si le faltaran todos los tonos graves y la reverberación que hacen que tu voz te suene mejor. La razón de esto se encuentra en que cuando hablamos, nuestra voz inicia dos caminos diferentes hacia nuestro órgano del sentido de la audición, el órgano de Corti. Ubicado de la cóclea, dentro del oído interno, éste órgano es el que se encarga de convertir la energía vibratoria de las ondas sonoras en energía nerviosa.
El primer camino es el más conocido y, especialmente, más tenido en cuenta: el externo. El sonido que sale de nuestra boca es trasladado por el aire hacia nuestras orejas, y es conducido desde el canal auditivo externo, pasando por el tímpano y llegando hasta la cóclea. Este proceso es conocido como conducción aérea, pero como la boca está tan cercana al oído, el proceso es casi instantáneo. Esto es importante porque el segundo camino que hace el sonido hasta nuestra cóclea parece más directo.
Cuando hablamos, además de expulsar sonido hacia afuera de nuestro cuerpo, también lo estamos haciendo hacia dentro, y éste se transporta a través de nuestra estructura ósea mediante los tejidos de la cabeza, que por sus características, refuerzan las vibraciones de baja frecuencia, que le dan ese tono más grave a nuestra voz. Cómo es esta vía la que predomina, nosotros escuchamos el resultado de esta conducción interna del sonido
Así que la próxima vez que te pregunten ¿por qué nuestra voz se oye diferente en una grabación?, diles: Como los micrófonos no graban la reverberación de los huesos sino las ondas sonoras transmitidas de forma aérea, cuando escuchamos nuestra voz grabada estamos eliminando la fase más predominante y familiar, la de la conducción interna. Y con ella, las frecuencias graves que hacen que nuestra voz nos resulte menos vergonzosa.
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