La empresa privada estadounidense SpaceX ha presentado en su sede de California la nave Dragon V2, concebida para que la NASA pueda volver a transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) desde suelo nacional y sin depender de las Soyuz rusas.
El magnate tecnológico y presidente de la compañía espacial, Elon Musk, desveló las características de la nave en una conferencia de prensa en la sede de la empresa en Hawthorne, en el condado de Los Ángeles.
Rusia asumió en 2008 el traslado de los astronautas estadounidenses al espacio y, el 21 de julio de 2011, la NASA puso fin a los vuelos de sus transbordadores, con el último lanzamiento del Atlantis.
Desde entonces, sólo los rusos efectúan labores de aprovisionamiento de la Estación Espacial Internacional y Rusia mantiene la primacía, pues la nave Soyuz es el único eslabón entre la Tierra y la plataforma orbital.
Cada vez que uno de sus astronautas viaja en una Soyuz, Estados Unidos paga 71 millones de dólares a Rusia.
Para dejar atrás esta dependencia, EEUU quiere que a partir de 2017 sus cosmonautas ya puedan viajar en las nuevas naves fabricadas en el país y creadas por empresas espaciales privadas como SpaceX.
La Dragon V2 tiene capacidad para transportar un máximo de siete astronautas y fue descrita por Musk como "un gran salto adelante tecnológico".
Rusia, sometida ahora a sanciones de EEUU y la UE por su papel en la crisis de Ucrania, no tiene intención de prolongar el uso de la ISS después de 2020, la fecha comprometida con la NASA y la agencia europea ESA.
La Estación Espacial Internacional es un proyecto de más de 100.000 millones de dólares, orbita a una distancia de entre 335 y 460 kilómetros de la Tierra, pesa más de 450 toneladas, se desplaza a unos 27.000 kilómetros por hora, ha tenido residentes de forma continuada desde 2000 y en ella participan 16 naciones.
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