Luisa María Botella es investigadora. Ha comercializado cosméticos, participado en concursos, organizado conciertos e incluso vendido lotería. Pero eso era sólo para conseguir fondos para poder hacer su trabajo. Ella investiga un tipo de enfermedad rara llamada telangiectasia hereditaria hemorrágica (HHT), cuyo principal síntoma es el sangrado nasal frecuente sin una razón clara. Hace algunos años, tenía en el Centro de Investigaciones Biológicas un equipo de investigación de cinco personas. «Lo habitual en grupos pequeños», asegura. «Pero en 2011, todo se empezó a tambalear», recuerda. En el equipo sólo quedaron ella y una investigadora predoctoral. «Una de las contratadas postdoctorales tuvo que marcharse a Alcázar de San Juan, donde acabó de dependienta de una charcutería», cuenta muy afectada.
Gracias a los fondos reunidos en concursos televisivos como Atrapa un millón, Luisa María consiguió recuperar para la ciencia a aquella investigadora. Pero otros muchos colegas con casos parecidos no han tenido tanta suerte. El documento 'Descapitalizando la Ciencia', presentado ayer por la agrupación de investigadores Asamblea General de Ciencia, denuncia la falta de fondos para un sistema que ha sufrido un recorte acumulado del 36% -3.522 millones de euros menos- de la financiación desde el año 2009.
Según un reciente informe del sindicato Comisiones Obreras, estas cifras sitúan a la comunidad investigadora en los mismos niveles presupuestarios del año 1998, hace más de 15 años. Además, los representantes de la Asamblea General de Ciencia señalaron que el descenso de la inversión se ha traducido en una caída del 24,4% en gastos de personal. «La situación es sangrante», aseguró ayer Ángel Goñi, contratado postdoctoral y portavoz de la plataforma de científicos del CSIC, de universidades y de otros centros de investigación. «La ciencia española está en una situación de emergencia -dijo Goñi- que en pocos años puede colapsar el sistema científico español».
La media de la UE es inalcanzable
El documento repasa la evolución del porcentaje que ha supuesto la inversión en I+D con respecto al Producto Interior Bruto en los últimos años y cómo queda comparada con el resto de países de la Unión Europea. Desde 2009, año en el que la ciencia alcanzó su máximo de financiación al rozar el 1% del PIB, los recursos destinados a la ciencia han descendido año a año hasta alcanzar el 0,52% que suponen en la actualidad. Estas cifras están a años luz del 2% de la media comunitaria y hace casi inalcanzable la meta de la UE de llegar al 3% del PIB para el año 2020.
«Llevo 25 años investigando en el CSIC, y esta es sin duda la peor situación que hemos vivido», afirma Luisa María Botella.
Para los científicos que conforman esta plataforma, la descapitalización no sólo se está produciendo a nivel presupuestario. «El desmantelamiento del sistema de ciencia también supone una descapitalización humana», dijo Teresa Morán, investigadora predoctoral, durante el acto de presentación del texto en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
«Cada vez hay menos recursos para poder mantener al personal investigador, que termina emigrando o trabajando en otros ámbitos, y muchos programas y grupos de investigación han desaparecido», aseguró Annie Machordom, investigadora y miembro de la Asamblea General.
En este sentido, la eminente científica Margarita Salas, bióloga del CSIC y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, echó ayer un capote a la comunidad investigadora joven durante otro acto en el que se presentó la selección española de la Ciencia. «Como decía siempre Severo Ochoa un país sin investigación es un país sin desarrollo. Ahora estamos en grave riesgo de perder una generación de científicos a consecuencia de los problemas económicos y eso no nos lo podemos permitir», aseguró.
La Asamblea hizo un especial hincapié en el retraso que sufre la convocatoria de los proyectos de Plan Nacional de los que vive la mayoría de los grupos de investigación pública en España. La convocatoria que debería haberse publicado a finales de 2012 nunca vio la luz y la que se publicó en noviembre de 2013 aún no ha sido resuelta, por lo que los fondos llevan un retraso de 23 meses. La Asamblea pidió al Gobierno que dote de estabilidad a los planes estatales de investigación y exigió la dimisión de la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela. La titular de ese departamento aseguró ayer a EL MUNDO que la convocatoria «se resolverá en los próximos días» y quiso destacar el enorme esfuerzo de la comunidad investigadora que ha realizado las evaluaciones de proyectos en tiempo récord. «El objetivo es ir adelantando las convocatorias para que en 2015 se alcance un situación de normalidad», aseguró Vela.
La comunidad investigadora se mostró tajante con los responsables políticos. «El Gobierno debe tener claro el modelo de país que quiere», dijo Machordom, «uno basado en servir cañas a la gente que viene a tomar el sol o un país con cultura donde la ciencia puede responder a los retos futuros de la sociedad».
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